Es una realidad que el mundo globalizado exige habilidades especiales que son necesarias para desenvolverse con mayor fluidez en sus dinámicas. Entre esas habilidades se encuentra el dominio del inglés, una lengua que permite una comunicación mucho más amplia al ser de uso generalizado.
Por eso, lo ideal es incentivar en los más pequeños el aprendizaje de este idioma. De esta manera, podrán adquirirlo con mayor propiedad, rapidez y de forma paralela a su lengua materna. Lo más importante es elegir la manera correcta de hacerlo y ¿qué mejor que matricularlos en un curso especialmente diseñado para ellos?
Una de las herramientas imprescindibles para sobresalir en el competitivo mundo de hoy es el dominio del inglés. Son muchas más las oportunidades que se despliegan para alguien que es capaz de expresarse en un idioma de uso global.
En la actualidad, este idioma es empleado por 1.500 millones de individuos. En realidad, de esos tan solo 375 millones son hablantes nativos, lo que demuestra el protagonismo de esta lengua en el presente.
Según los especialistas, el mejor momento para aprender una lengua es durante la infancia y, según distintas investigaciones, la edad perfecta está entre los 3 y 6 años.
Esto se debe a que el cerebro se encuentra en un momento en que la creación de nuevas conexiones neuronales es muy activa y eficiente. Esto permite asimilar sonidos, conceptos y el aprendizaje de forma mucho más natural.
La mejor manera de que un niño aprenda inglés es con un curso que esté especialmente diseñado para sus intereses. Además, debe ofrecer un ambiente ameno y divertido para que el aprendizaje sea lo más natural posible.
Los cursos que el Centro de Estudios Atenea ha diseñado para que los más pequeños (3 años en adelante) aprendan a hablar inglés como nativos a través de una opción muy interesante, su curso de inglés para niños. Sus profesores están preparados para trabajar con niños pequeños y saben desarrollar diversas estrategias que se adaptan a sus preferencias y que logran captar su interés.
La filosofía de estos cursos es enseñar una nueva lengua de la misma manera en que han ido adquiriendo la propia. Es decir, a través de la imitación y el uso de palabras y conceptos en un entorno real.
De igual forma, los programas diseñados para los más pequeños se basan en el desarrollo de la expresión y comprensión oral. Los pequeños disfrutarán de clases divertidas que incorporan juegos de interacción y cooperación con sus compañeros.
Hoy en día, muchos padres entienden la importancia de que sus hijos aprendan inglés como segunda lengua. No solo se trata de ampliar las oportunidades laborales y académicas, sino también de mejorar las posibilidades de conectar con personas de otras culturas y formas de pensar.
Son muchos los beneficios de aprender inglés, sobre todo, durante los primeros años de la infancia. Entre los más resaltantes están:
